En este ensayo se determinó que a medida que aumenta el porcentaje de materia seca, aumenta el porcentaje de almidón y, como consecuencia, las energías netas de lactancia y de ganancia.
El ensilaje es la técnica de conservación de un forraje, a través de procesos fisicoquímicos que nos permite almacenar alimento en temporada de cosecha para ser suministrado al ganado de una forma racional a través de todo el año y en especial en tiempo de escasez, conservando su calidad y palatabilidad a un bajo costo.
El momento óptimo para la cosecha del cultivo de maíz destinado a forraje, está fuertemente asociado a la materia seca contenida en la planta y al mayor llenado de grano posible en la mazorca.
Porcentajes de materia seca muy altos dificultarán el proceso de compactación y fermentación; por el contrario, con baja o muy baja materia seca, no se alcanzarán los niveles nutricionales ideales del ensilado de maíz. Sobre todo, en términos de energía debido a un insuficiente llenado de grano.
NUESTROS OBJETIVOS
El objetivo de este ensayo es medir los parámetros cuantitativos (rendimiento de forraje en base húmeda) y cualitativos (almidón, energía de lactancia y ganancia, pH y digestibilidad) del híbrido DK-7500® cosechados a 28%, 30%, 32%, y 34% de materia seca. Y así lograr determinar el momento ideal de corte, bajo condiciones tropicales.
MATERIALES Y MÉTODOS

Se establecieron parcelas de 8 surcos por 10 metros de largo, en 5 localidades del estado de Chiapas. México. A una densidad de siembra de 81,250 semillas por hectárea (81.25 k/ha), para llegar a cosecha con 75,000 (75 k/ha) plantas por hectárea.

Se monitorea a partir de la fase reproductiva 3 (R3) a través de la línea de leche. Iniciando a cosechar a ½ línea de leche; confirmando el porcentaje de materia seca y contenido de nutrientes mediante análisis bromatológicos de laboratorio.
RESULTADOS Y DISCUSIONES
En la figura 1 se muestran los resultados referentes a cuatro porcentajes de materia seca al momento de la cosecha y su efecto sobre: rendimiento de forraje en toneladas en base húmeda por hectárea, porcentaje de almidón expresado como porcentaje de la materia seca y, la concentración del nutriente energía expresado como Megacalorías de energía neta de lactancia y de ganancia.

En cuanto al rendimiento de forraje en base húmeda, se observa una tendencia a disminuir el tonelaje por hectárea mientras se cosecha a mayor concentración de materia seca. Esto se explicaría por la pérdida de humedad de la planta.
En contraste, a mayor concentración de materia seca al momento de la cosecha, se constata un incremento en la concentración de almidón. Esto es, al cosechar al 28% de materia seca se obtiene una concentración de almidón del 19.84%, al pasar al 30% de materia seca se obtuvo un 21.83% de almidón, esto representa un aumento del 10% de almidón.
Al cosechar al 32% de materia seca se obtuvo 23.27% de almidón, esto es 6.59% de aumento de almidón respecto a cuando se cosecha al 30% de materia seca.
Cuando se cosechó al 34% de materia seca se obtuvo 26.76% de almidón. Representando un incremento en la concentración de almidón de 14.99% respecto a cuando se cosecha al 32% de materia seca. En resumen, cosechar al 28% de materia seca o al 34%, representa un aumento (en este ensayo) del 34.87% en la concentración de almidón, al pasar de 19.84% a 26.76%.
Con base en los resultados de este ensayo, es posible inferir que por cada 2% de aumento en la materia seca podríamos esperar en promedio un 10% de incremento relativo de almidón si lo comparamos con la línea base de cosechar al 2.8% de materia seca.
Por otra parte, en cuanto a la energía obtenida, se observa una tendencia a aumentar su concentración según se coseche a mayor cantidad de materia seca. En energía neta de lactancia se obtuvieron valores (en Megacalorías por kilogramo de materia seca) de 1.44, 1.44, 1.46 y 1.51 cuando se cosechó a 28%, 30%, 32% y 34% de materia seca, respectivamente.
Por su parte, la energía neta de ganancia reportó valores de 0.90, 0.91, 0.93 y 1.01 cuando se cosechó a 28%, 30%, 32% y 34% de materia seca, respectivamente.
Al calcular la producción de energía por hectárea como se observa en la fgura 2, se observa que, a mayor concentración de materia seca al momento de la cosecha, más Megacalorías por hectárea se producen. Volviendo más efciente la producción de nutrientes a partir del cultivo de maíz.

Dichos datos son el resultado de multiplicar los kilogramos de forraje por hectárea en base húmeda por el contenido de materia seca (%) y a su vez, multiplicados por las Megacalorías contenidas en cada kilogramo de materia seca.
Expresado como porcentaje, se obtiene 20.43% más energía neta de lactancia por hectárea si se compara la cosecha al 34% vs 28% de materia seca. Por su parte, se obtuvo 28.89% más energía neta de ganancia por hectárea comparando el tratamiento 34% vs 28%.
En cuanto al pH del material cosechado a los diferentes niveles de materia seca, ensilado y fermentado,
no se tuvieron variaciones signicativas como se muestra en la fgura 3.

El valor de pH más bajo observado en este ensayo fue de 3.86 y corresponde al material cosechado con 32% de materia seca. El valor más alto de pH fue 3.94 y corresponde a la cosecha de 28% de materia seca. La diferencia entre el mayor y menor valor de pH fue 2% por lo que puede afirmarse que no hubo efecto del contenido de materia seca sobre el pH del material ensilado. Probablemente debido a un buen tamaño de partícula en el “picado” y una buena compactación y sellado del material evaluado.
Por último, la tasa de digestibilidad de la fibra detergente neutra, como lo demuestra la figura 4, disminuyó a medida que se cosechaba a mayor cantidad de materia seca.

Lo anterior indica, que a menor concentración de materia seca (28%) se obtiene la mayor tasa de digestibilidad de la fibra (3.45% por hora), en contraste, la menor tasa (3.11% por hora) se obtuvo cuando se cosechó a 34% de materia seca. Lo anterior, representa un 9.85% más lenta la tasa de digestibilidad si se compara 34% vs 28% de materia seca. Atribuible probablemente a un incremento en la cantidad de lignina en la cosecha de 34%.
CONCLUSIONES
Con base en los resultados de este ensayo, podemos concluir que bajo condiciones de trópico se obtienen mayor cantidad de Megacalorías por hectárea del cultivo de maíz destinado para la producción de forraje, si se cosecha con una mayor cantidad de materia seca. Como reflejo de un mejor contenido de almidón en la mazorca.
La tasa de digestibilidad de la fibra disminuyó cuando se cosechaba a mayor concentración de materia seca.
Todo lo anterior demuestra la importancia de monitorear cuidadosamente el contenido de materia seca del cultivo de maíz para determinar su punto óptimo de corte. De esta manera, maximizar los nutrientes obtenidos por hectárea.